“In Memoriam Faris (1986-2007), gran percusionista y compañera. Gracias por hacer del escenario un lugar tan emocionante, te extrañaré mucho hasta que pueda volver a tocar contigo…así me humilles con tu talento como siempre. ¡Te quiero!”.
martes, 25 de diciembre de 2007
En Escena
jueves, 20 de diciembre de 2007
Idiomas Diferentes
Después de innumerables ensayos generales, juntas y discusiones, por fin los espectáculos de inauguración y clausura de la temporada quedaron listos para ser presentados. A partir de esta semana estarán vigentes los cambios en cuanto a días libres y repartición de actividades en los que habíamos quedado de acuerdo todos los miembros del staff de la feria. Todos estamos cansados pero emocionados por este innovador proyecto que está por llevarse a cabo por primera vez en el parque, algunos más hastiados que otros lo que ya quieren es que el show que incluye a todos los artistas quede en el pasado y no pueden esperar a mañana para el gran suceso…lo cual es mi pensar también pues la expectativa para mí es algo difícil de manejar sin que me vea afectada por los nervios y la ansiedad provocados por un evento desconocido. En mi necesidad por platicar con alguien de mi angustia preshow, le pedí a Dalibor que me acompañara esta noche y acordamos vernos en mi casa recién regresara del Laberinto de Cristal después de mi ensayo para cenar y dormir juntos.
En mi atracción favorita todo marchó de maravilla, recorrí el laberinto de principio a fin con pensamientos optimistas y objetivos para ayudarme a visualizar mi actuación del día de mañana como una de las más exitosas y me detuve en el espejo en el cual ves tu reflejo alargado, como si fueras mucho más alto de lo que realmente eres, cosa que me hizo sentir grande…por algo me habían dado el trabajo en la feria y el papel en el espectáculo como para que a estas alturas empezar a dudar de mí misma. Salí de ahí con una sonrisa pensando que todo marchaba sobre ruedas, no sólo tenía una parte importante en la inauguración de las festividades de temporada sino que hoy pasaría la noche con aquel a quien amo así que me dirigí a casa para su encuentro.
Llegando a mi remolque vi al arlequín sentado en la valla de la pista principal fumando un cigarro esperando por mí, lo que me hizo recordar aquella vez de la asamblea de bienvenida para los artistas recién llegados cuando lo encontré exactamente de la misma manera. Después de saludarlo con un beso, me acurruqué un momento entre sus brazos para sentirme protegida y apoyada pues necesitaba verme así hoy. Ya dentro del remolque le contaba de la angustia que siempre me provocaban las nuevas situaciones mientras cenábamos y me escuchó con toda su atención…
- “¿Pero a qué es a lo que le temes? El acto en el que participas todos los días es muy parecido al de mañana…no es nada nuevo para ti tocar ante tanta gente”, dijo Dalibor tratando de tranquilizarme.
- “Tal vez sea toda la expectativa que rodea a este show en particular, me da miedo equivocarme delante de todos y decepcionarlos”, trataba de explicarle, “Siempre me han provocado ansiedad y angustia los eventos importantes”.
- “Bueno, sinceramente…¿Podrías pensar en alguien mejor para el número?”, me preguntó con una mirada penetrante y un tanto irónica, “Yo no, te he visto trabajar muchas veces y no hay nadie que pueda hacerlo mejor en esta feria, si no el papel no sería tuyo, eso es un hecho”.
- “Gracias, amor…es sólo que siempre me he sentido así con las cosas nuevas, sobre todo cuando tienen tanto peso. Así me sucedió también cuando me subí al escenario por primera vez en el parque…y aún más marcado cuando vine a audicionar para que me dieran el trabajo, le temo a lo desconocido, al rechazo quizás…”, le comenté un poco temblorosa, con la mirada baja y la voz quebradiza.
- “Ay, bebé, no sabía que esto te causara tanto conflicto…nunca te había visto tan angustiada”, me dijo tomando mi mano, “Pero bueno, piensa que sólo es este año y ya no tendrás que hacerlo más…después de todo va a ser algo difícil para ti trabajar con una pancita. No te preocupes, yo me encargaré de que jamás vuelvas a pasar por nada que te inquiete ni te incomode de esta manera, no me gusta verte así y si de mi queda voy a mantenerte a salvo de estas emociones que te hacen daño”.
Mi mente revolucionó a mil pensamientos por segundo…”¡¿Sólo este año…Pancita…Mantenerme a salvo…Pancita…Pan-ci-ta?!”, no supe qué decir, hice una pausa bastante larga antes de poder pronunciar palabra alguna. No era como si hubiéramos discutido un futuro que se extendiera a más de medio año y él me hablaba de una “pancita”…que la verdad la palabra para mi gusto es de lo más cursi para referirse a un embarazo, pero en fin, no era como si no hubiera traspasado ya mis límites de lo meloso con los nuevos sobrenombres y actitudes adoptadas…aunque “pancita” era demasiado.
- “Pues…gracias por preocuparte, pero supongo que es parte del trabajo sentirse un poco temerosa de vez en cuando…no que me agrade sentirme así pero no pienso dejarlo por un miedo pasajero, bastante me ha costado llegar hasta aquí como para abandonarlo ahora, simplemente no podría pues prefiero temer a lo desconocido a pensar que soy una desertora o una inútil”, le dije con un tono de voz un poco más elevado, “…además no es como si una pancita estuviera en mis planes”.
- “No era mi intención alterarte, no dije que abandonaras tu trabajo, sólo dije que te será más difícil trabajar con un bebé en el vientre…eso es normal, no debes tomarlo como si fueras una desertora”, expresó angustiado, “Lo que yo quiero es protegerte…a ti y en su debido tiempo a mi pequeñito también…si quieres regresar a tus actividades normales después de tenerlo yo te apoyo, ya veremos cómo le hacemos para que tenga todo el cuidado necesario”.
Me quedé atónita, no sabía si estaba tan encaprichado que escuchaba lo que quería o si de plano yo estaba hablando en otro idioma. No quería pelear, el hecho de invitarlo a mi casa era con el fin de tranquilizarme y pasar una velada agradable como hasta la fecha lo habían sido la mayoría junto a él…pero no podía dejar pasar el comentario sin decir algo al respecto.
- “Dalibor, no me estás escuchando…dije que un bebé no estaba en mis planes”, le afirmé mirándolo fijamente y sin titubeos.
- “Tranquila, no es como si fueras a tenerlo mañana”, me respondió en tono juguetón tratando de hacerme reír, “Lo siento, soy un insensible, me estás diciendo que le temes a las nuevas circunstancias y yo hablándote de cuando tengamos a nuestro primer hijo…comprendo tu enojo, por favor, discúlpame”.
- “Creo que no me entiendes, en este caso no sería una nueva circunstancia”, le contesté con mi rostro ya enrojecido por la rabia, “Es decisión mía no procrear”.
- “Mejor vamos a dormir ya, mañana será un día pesado además de que es obvio que mi falta de empatía te hizo enojar y ahora dices estas cosas en respuesta”, contestó con una mirada de culpabilidad mezclada con asombro, “te pido me perdones por alterarte…¡Buenas noches, bebé!”.
- “¡Buenas noches!”, expresé todavía con furia pues era obvio que no iba a aclarar el punto esta noche y decidí dejar así las cosas porque tenía razón, mañana será una larga jornada.
Pasé mucho tiempo dando vueltas en la cama después de tal discusión, ni siquiera entiendo cómo pasó. Era lo que menos necesitaba del arlequín esta noche y eso me hacía enfurecer…aunque ahora en lo que menos pensaba era en el pánico escénico para el espectáculo del día siguiente.
martes, 18 de diciembre de 2007
Encadenada
sábado, 15 de diciembre de 2007
Dos Rosas Rojas
jueves, 13 de diciembre de 2007
Espectáculo de Temporada
martes, 11 de diciembre de 2007
Noche de Estrellas
sábado, 8 de diciembre de 2007
Ciudadana Ejemplar
jueves, 6 de diciembre de 2007
Una Rosa Roja
martes, 4 de diciembre de 2007
Pases de Lluvia
sábado, 1 de diciembre de 2007
Celebración en la Feria
Fue un buen día para los artistas de los espectáculos de la feria hoy, la gente recibió muy bien los nuevos montajes y nos empapamos de gloria al recibir más aplausos que los de costumbre en cada show. Se organizó una asamblea de bienvenida para “los nuevos” después de la última función y en vista del éxito obtenido se decidió convertirla en celebración con todos los miembros del parque. Es la oportunidad perfecta para estrenar mi vestido negro y zapatillas abiertas que había comprado, después de todo una buena impresión nunca estorba…aparte de que asistirá también “gente interesante” a la reunión. En la asamblea hubo un discurso de bienvenida para los recién llegados y otro motivacional para los que ya llevábamos algún tiempo viviendo ahí…una cena especial de tres tiempos que incluía platillos antes nunca vistos en el área de comida de la feria, una ampolla en el empeine gracias a la zapatillas que no habían “dado de sí” y la frustración de que aquél que me interesaba no me había dirigido la palabra en toda la faena. Cuando todo terminó me dirigí presurosa al Laberinto de Cristal antes de que lo cerraran. “¿Qué pasó, por qué la otra noche me halagó tanto y hoy ni siquiera me dirigió la palabra?”, era lo que pensaba mientras recorría la atracción descalza y con las zapatillas en la mano. “Seguramente se interesó más en la contorsionista que también le coqueteaba. ¿Quién podría competir con eso?”, se me ocurrió al detenerme en el espejo aquel en el que ves tu reflejo mucho más ancho de lo que es…“¿Si es así como me ve, por qué habría de fijarse en mí?”, bajé la mirada y salí del laberinto con un nudo en la garganta, dispuesta a dormir y pretender que no había pasado nada. Caminé hasta mi casa con la vista en el piso todo el tiempo, ni siquiera noté que alguien estaba sentado en la valla de la pista principal fumando un cigarro…
- “Pensé que nunca llegarías, no vi en dónde te metiste después de la asamblea, saliste tan rápido…¿Cómo estás, preciosa?”, dijo Dalibor, quien aparentemente mientras yo hacía dramas en el laberinto me esperaba afuera de mi casa.
- “¡Bien!...¿Y tú?”, fue lo que alcancé a balbucear mientras me recuperaba de la sorpresa de encontrarlo ahí…”Corrí hasta el Laberinto de Cristal para alcanzarlo abierto, siempre lo recorro en las noches, es mi atracción favorita”.
- “Pues estoy mejor ahora que hablo contigo”, aseguró mientras se ponía de pie, “…Y sí, algo me habían dicho de que tenías una obsesión por tal atracción. Bueno, con lo hermosa que eres seguramente es muy agradable contemplar tu reflejo en el espejo, pero en mi caso prefiero imágenes más amables a la vista y paso más tiempo viendo el cielo que la misma tierra que piso”, contestó en medio de risas.
Sentí como mi cara se ruborizaba sin poderlo evitar, reí y enmudecí enseguida…no sabía cómo reaccionar, apenas hacía un rato estaba enfurecida y triste por su desdén en la reunión y ahora me divertía con sus bromas…
- “Sólo vine a desearte una buena noche y a decirte que te veías muy linda hoy en la celebración…”, expresó mirándome a los ojos, tomó mi mano…”¿Aceptarías acompañarme a cenar en la semana?”.
- “Claro, luego nos ponemos de acuerdo”, respondí poniendo atención a su mirada…”Gracias por el cumplido…¡Buenas noches, Dalibor!”, seguí y apretando su mano me acerqué a él para besar su mejilla.
- “No es cumplido, es la verdad”, contestó correspondiéndome el beso…”¡Buenas noches, Fénix!”.
Se apartó de mí y mientras caminaba hacia su casa volteó a unos cuantos pasos para hacer una caravana igual a la que hace terminado su espectáculo para agradecer los aplausos del público. Solté una carcajada y me metí al remolque.
Ya tendida en mi cama me puse a pensar en lo sucedido. Por un lado estaba emocionada porque vino a verme, y por otro estaba preocupada por mi reacción en general…me agobia que pueda llevarme del cielo al suelo y viceversa con sólo unas palabras. Ni siquiera le expresé mi enojo con respecto a su actitud en la asamblea, es más, ni le pregunté por qué fue, me dejé distraer por sus bromas y atenciones. Eso no puede ser bueno, tendré que tomar medidas de precaución.
jueves, 29 de noviembre de 2007
"Día Laboral" en el Pueblo
martes, 27 de noviembre de 2007
"El Arlequín"
sábado, 24 de noviembre de 2007
Lihuén
jueves, 22 de noviembre de 2007
"Fénix"
“¡Fénix, a escena!”, eso me bastó para salir de mi letargo. El murmullo del público impaciente, el olor a comida y a polvo en el aire, las luces que iluminan mi cara haciendo más obvio el maquillaje nacarado color zafiro en mis párpados, el millar de pensamientos que cruzan mi mente en ese último segundo antes de poner un pie en la pista principal…elementos que su perfecta armonía conforman mi rutina diaria. Salgo al escenario. Estoy tan aterrada como emocionada, ebria de atención, conmovida y sola ante el sepulcral silencio previo a tocar la primera nota de la melodía…gajes del oficio. Todo es parte del show…sonreír, repetir el número ensayado, recibir los aplausos con un gesto de agradecimiento, retirarse de la pista con una expresión de gloria en el rostro…y respirar. Este es mi trabajo. Hoy fue día festivo en la comunidad local así que la feria abrió sus puertas más temprano de lo usual y ofreció a los visitantes una función más de todos los espectáculos. Estoy exhausta, nunca me había tocado estar tanto tiempo en el escenario ni ver a tanta gente reunida en un solo lugar. Ni siquiera me molesté en dejar el vestuario que traía puesto en casa o en lavarme la cara para salir por algo de comer y hacer mi recorrido nocturno por el parque. Lo que necesitaba era un desfogue así que me dirigí al Laberinto de Cristal en cuanto el último visitante salió embelesado por la puerta principal prometiendo regresar en cuanto “pudiera escapar a sus actividades”. Sabía que mis piernas entumecidas no me ayudarían a terminar el recorrido por el laberinto esta vez, así que sólo entre al primer pabellón en donde los espejos “dicen la verdad” y no distorsionan su reflejo…su magia está en abrazar la imagen que proyecta uno y pasarla al siguiente de tal manera que el reflejo original se vea repetido varias veces, como si se estuviera dentro de un caleidoscopio. Estaba de pie frente a una infinidad de proyecciones idénticas de mi imagen de escenario…esas prendas tan llamativas y ese maquillaje tan peculiar con tanto brillo que a veces me pregunto si es para atraer atención en cuanto las luces lo encuentran o si es una coraza impenetrable que las refleja y no las deja mostrar quien soy en realidad. “Fénix”…así me conocen aquí porque así dejé que lo hicieran. A decir verdad no habría ningún otro nombre con el que me sintiera más identificada. Para llegar a donde estoy ahora tuve que renacer de las cenizas. Estaba destruida y me levanté de nuevo. Aprendí a hacer una obra de arte a partir del dolor y convertí los golpes en música. Levanté el vuelo una vez y puedo volverlo a hacer así tenga que arder en llamas como al principio…y mis lágrimas también son curativas, están reconstruyendo mi alma en este instante.