martes, 9 de septiembre de 2008

Falsas Esperanzas

Ojo cerrado con una lágrima

    Hoy es día libre para los trabajadores de la feria, no que eso signifique mucho para mí desde que no tengo trabajo pero por lo menos podría tener alguien con quien platicar sin que me diga que está muy ocupado. Después de preparar algo de comer para Dalibor y para mí me dispuse a arreglarme un poco para salir del remolque en búsqueda de nuevas conversaciones. Dejé el desayuno del arlequín sobre la mesa y me metí en la ducha, después de varios días de asueto en los que intenté despertarlo para que desayunara conmigo por fin entendí que no iba a levantarse temprano en su día libre porque “trabaja muy duro para mantenernos y necesita descansar”.

    No importa, disfruto mucho la hora del baño, es un excelente espacio para pensar lejos de la presión de los demás. Hay algo sobre el agua tibia que me relaja mucho, tanto que a veces la “hora” del baño resulta ser un poco más que ese tiempo. En la ducha todo iba como de costumbre, repasaba en mi cabeza conversaciones, ritmos, experiencias, todo aquello que he vivido hasta el momento y que de cierta forma ha dejado huella en mí…curiosamente, dentro de esos pensamientos no hay ningún “plan”. Ja, ni en privado quiero hacerle frente a ese tema en particular. Estaba inmersa en mis propias ideas cuando de pronto sentí un chorro de agua helada correrme por la espalda. Grité con todo el aire que tenía en los pulmones y corrí la cortina del baño para encontrar la cara de Dalibor con expresión de travesura justo como solía bromear conmigo cuando recién empezábamos a salir, pero antes de que pudiera decir algo se metió en la ducha conmigo. No puedo negarlo, estaba muy sorprendida de que hiciera tal cosa. Hubiera podido jurar que el arlequín había perdido completamente el interés en tener intimidad conmigo pues hacía semanas que ni siquiera volteaba a verme. Pasamos un buen rato bajo el chorro de agua, todo el tiempo que nos llevó recordar lo bien que la pasábamos juntos y lo mucho que nos gustábamos en un principio.

    Al terminar el baño, me secó con todo cuidado y nos dirigimos a la recámara, en donde seguimos con nuestra faena de reencuentro que para mi pesar, me hizo reconsiderar todas las decisiones que había tomado al respecto de nuestra relación. Yo sé que suena patético olvidar meses de negligencia y dolor por un solo día de devoción, lo tengo bien presente, pero esa reacción fue inevitable. Estuvimos en la cama recordando viejos tiempos, haciéndonos cosquillas, riéndonos de nuestras peripecias, repasando cada ápice de alegría juntos y cuando el momento pasó, él alcanzó la comida que había preparado y me admiraba mientras escogía un atuendo para el día.
    - “¿Vas a salir hoy?”, preguntó Dalibor todavía con un poco de avena fría en la boca.
    - “Pensaba dar un paseo por el parque en lo que vas a atender tus asuntos”, respondí con voz amable y algo confusa pues no me hacía esa pregunta con mucha frecuencia, al menos no últimamente.
    - “Quédate conmigo hoy, no tenemos que salir de aquí”, me pidió el arlequín con una sonrisa tímida y una mirada insistente.

    Accedí a lo que me pidió que no es para sorprenderse, en el momento en que me lo dijo parecía un gesto de ternura más que una orden, aunque ahora al revivirlo suena como que no tenía muchas opciones si es que no quería otra pelea con él, después de todo yo “no tengo nada qué hacer y mi vida está resuelta”. Dejé la ropa a un lado y regresé a la cama. Me senté recargada en la cabecera con las piernas cruzadas a la altura de los tobillos…por alguna razón sentía que lo que estaba haciendo estaba mal, sentía que me defraudaba a mí misma y a Layla a quien le había dicho que no quería estar más con Dalibor pero estaba hipnotizada por su atención ahora. Supongo que muy dentro de mí conservaba la esperanza de que todo funcionara como antes entre él y yo…y que no era tarde para dar marcha atrás a mis planes de abandonarlo todo en la feria. Quería saber sin lugar a dudas la posición del arlequín en mi vida.

    - “¿Sabes? No hemos hecho ningún arreglo para la boda que queríamos”, comenté con fingida casualidad mientras él dejaba a un lado el plato vacío del desayuno.
    - “Pues, supuse que me dirías exactamente qué quieres para ese día para calcular cuánto hay que gastar”, respondió algo incómodo y siguió, “…además, no es como si tuviéramos prisa o mucho dinero”.
    - “No hay prisa, es sólo que pensé que tus planes de una familia eran a corto plazo”, le dije al arlequín volteando la mirada hacia un lado…no creí jamás escucharme a mi misma pronunciando esas palabras.
    - “¿Estás diciendo que quieres hijos en esta situación?”, preguntó con una mirada de incredulidad y afirmó, “Pensé que la sola idea de una familia te causaba escalofrío”.
    - “Bueno, es que hay cosas que se planean y cosas que no”, dije sin pensar. - “¡¿Cómo qué cosas, qué estás diciendo, Fénix?!”, exclamó aterrado mientras me veía directo a los ojos.
    - “No te asustes, no pasa nada”, le dije con voz suave tratando de calmarlo y continué, “…sólo que me gustaría saber qué pasaría en dado caso de que un pequeño artista se nos adelante a los planes”.
    - “Eso no pasará, no creo que seas tan imprudente como para embarazarte en estas circunstancias, mi hijo merece lo mejor y por ahora no lo tengo”, respondió cortante y altanero, como era su costumbre.

    Me quedé muda un instante. No podía dejar de preguntarme si eso de que “su hijo merece lo mejor y por el momento no lo tenía” se refería a mí de cierta manera y que por eso no había insistido con los planes de la boda que hace tiempo era prioritaria para él. El momento de felicidad definitivamente había pasado y estábamos de regreso en la incómoda convivencia en la que vivíamos. Su último comentario me había dejado claro qué posición tomaría si es que mis sospechas son ciertas y por supuesto no era tan inspirador como lo esperaba. No lo entiendo. ¿Qué no era eso lo que él quería? Insistía tanto. De igual manera, si es que estoy embarazada de él, no sé si pueda ocultarle algo tan grande e irme sin más. Mi confusión con respecto al arlequín regresaba, tan latente como siempre. Es obvio que él también duda.

    Olvidado el asunto de mi situación “hipotética”, pasamos el resto del día platicando de nuestras actividades…o mejor dicho, él me puso al tanto de lo que sucedía en la feria pues yo perdí el contacto desde que dejé el número. Antes de dormir, la melancolía que nos invadía a ambos era notable.
    - “Dalibor, mis brazos siguen abiertos”, le dije con lágrimas en los ojos.
    - “Y yo no los he cerrado, Fénix…”, me respondió sin poder siquiera terminar la frase y cerramos los ojos como tratando de olvidar la situación en la que estábamos…hasta el día siguiente en que todo comenzaría de nuevo.

9 comentarios:

  1. Ay!!! Ahora si me enojé mucho!!!... No se permiten malas palabras verdad?? Bueno, solo las pensaré...

    .....
    .....
    ......

    mmmmmm bueno ya...

    Agggg...

    ResponderBorrar
  2. Ashleth, Quimera Urbana...sus comentarios también me dejaron sin palabras jejejeje. Besos!

    ResponderBorrar
  3. y si fénix simplemente digamos mmm... oculta su embarazo??, hay ropa muuuuy amplia y luego regala al hijo?... jejejejejeje
    hoy es el día de los breves comentarios al blog, jejeje, ya vi tus comments en mi recién reestrenado blog thnx
    besotes, es brevem prissaaaaaa, mucho trabajooooooooooooo!!!
    muas!

    ResponderBorrar
  4. Ya tengo nueva identidad online!! Ahora desde mi Cementerio El Enterrador!! jejejeje
    ora si ya vine a leer bien el post, ya con calma, me quedan como 300 pendientes que resolver pero pus ya, no me estresaréeee. A ver, voy a leerlo y vengo, perame eh!.
    Ya.
    ayyyy mmm arlequin ehhh, está re mal ese muchacho... o quiere o no quiere hijos y a qué se refiere con situación?? osea, aahhh jaja, maldita sea, pinches hombres.
    El día libre que Fenix no tuvo, que frustración, ella quería salir, aunque supongo que a veces esos momentos de esperanzas y de sorpresas hacen que uno crea que las esperas valen la pena, ya me ha pasado y es horrible estar esperando que alguien cambie y haciendo planes que no planeamos cumplir por si no cambia (me entendiste? yo se que sí, cada dia practico mas mi español, ya es una burla que un noruego lo hable mejor que yo)... bien, pos que fuerte!!, yaaa, ya quiero saber que va a pasar, aumentas mi dolor, pobre de mi fenix, me la angustias... que autora tan cruel que hace sufrir tanto a su protagonista, te pasas de verás, jajajajajajajaja
    yo quiero que ella encuentre el amor y sea feliz y sin hijos, y que vuelva a su carrera y ella que siente?? extraña su profesión?? le duele no pisar el escenario??
    (la proxima semana creo que seré libre, espero, segun yo ya no tendre pendientes, pero supongo nos vemos hasta el miercoles con eso de las fiestas de este país en en el que somos extranjeros o algo así, besos y por qué tengo que hacer publica nuestra vida social? es mas, vamos otra vez por helado o mejor aún... pizza!! si, tengamos pizza!!)

    ResponderBorrar
  5. Y no ashlet no puedes usar malas palabras o te doy una verdadera ****iza!!!

    ResponderBorrar
  6. Ya, ya, ya...

    Vine a dejar comment correcto jejeje... Y pues qué decir?? Uno de los males humanos creo yo es crearse falsas esperanzas no??? Tenemos la tendencia a idealizar lo que no es y peor aún!!! Con solo un segundo de atención a nuestra persona perdonamos todo, qué del nabo no??, algo más?? Ah si, ojalá todos pudieramos decir siempre lo que sentimos no?? Afortunados los que lo hacen pero la mayoría nos guardamos lo que nos da coraje o tristeza que no?? Preguntamos algo y terminamos diciendo que es por curiosidad o cosas así... Pero bueno... creo que vine algo.... bueno omitiré esa palabra pa que no me maten jajajajaja...

    Y conste que me incluyo en todo eso eehh??...

    Besos...

    ResponderBorrar
  7. Es cierto, los humanos somos los únicos seres que tropezamos con la misma piedra no dos, si no hasta tres veces...parece que no aprendemos porque en veces nos aferramos a falsas esperanzas, a ilusiones que al final terminan siendo quimeras..y terminamos peor de como empezamos el juego... los niños siempre son una bendición...son los que nos dan esperanza de un mundo mejor, echele ganas Fenix, y si por tu salud física y emocional es necesario que abandones el nido, no lo dudes, aún te puedes retirar como ganadora...
    Saludos desde Orillas del Río Sacramento :D

    ResponderBorrar
  8. Muchas gracias, Pandora! Es duro ver que lo único que queda de una relación que fue nuestro mundo es sólo la ilusión de que vuelva a ser lo que era...y muchas veces aunque lo veamos, lamentablemente, no queremos aceptarlo y por eso no nos importa sufrir al lado de esa persona si es la única manera de tenerla cerca.

    Saludos desde un México muy festejado por las fiestas patrias!

    ResponderBorrar

¡Gracias por visitar el Laberinto Cristalino! Déjame tu mensaje - Fénix.